En la actualidad, es bien sabido que aproximadamente el 90% de la población mundial respira aire contaminado, lo que trae como consecuencia entre 9 y 33 millones de visitas anuales a las salas de urgencias de todo el mundo, así como el fallecimiento de más de 7 millones de personas por año.
Otros estudios también han señalado que la contaminación atmosférica ha producido el aumento de ataques cardíacos y cerebro-vasculares, así como el asma en infantes.
Estudios anteriores ya sugerían que la contaminación ambiental habría provocado un aumento en la incidencia de los trastornos psiquiátricos, señalando que la presencia de nanopartículas contaminantes presentes en el aire dañaban la estructura del cerebro.
The Lancet Planetary Health ha publicado parte de su nueva investigación donde podemos leer acerca del vínculo entre la contaminación por partículas finas PM 2.5 y las enfermedades neurodegenerativas dentro de Estados Unidos.
El estudio evidencia que la exposición a las partículas PM 2.5 a largo plazo están relacionadas con el deterioro de la salud neurológica, incluso a concentraciones muy por debajo de los estándares estadounidenses actuales. Trabajaron con más de 63 millones de beneficiarios del programa de Seguridad Social “Medicare” de los Estados Unidos, analizando entre los años 2000 y 2006 los datos de varias admisiones hospitalarias y los vínculos con las concentraciones estimadas de PM 2.5 dependiendo de su localidad.
Teniendo en cuenta otros factores como el nivel socioeconómico, encontraron que, por cada aumento de 5 microgramos por metro cúbico de aire en las concentraciones anuales de PM 2.5, existía un aumento de 13% del riesgo de ingresos hospitalarios para la enfermedad de Parkinson, Alzheimer y otras patologías relacionadas. Aunque según los propios investigadores este riesgo se mantuvo incluso por debajo de los niveles supuestamente seguros de exposición a PM 2.5, que están situados en un promedio anual de 12 microgramos por metro cúbico
También dejó en claro que los sujetos más susceptibles de verse afectados por las enfermedades de Alzheimer y Párkinson son aquellos en la senectud.
En conclusión, se sugirió adecuar los estándares actuales para proteger a la población envejecida, necesitando una renovación con parámetros más estrictos que ayuden a reducir aún más las concentraciones de PM 2.5 y mejorar la calidad del aire en general.
Artículo de referencia: https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/asi-afecta-contaminacion-aire-a-tu-salud-mental-pm25_16000