Hasta hace muy poco tiempo pensaba que separando la basura terminaba mi labor de reciclar y que ya con eso era suficiente para mantener el planeta a salvo. Incluso creía que yo reciclaba, digamos que ese es el mensaje que muchas veces se nos da como consumidores y que nosotros nos lo creemos, pero en realidad no es así.
El reciclaje no lo hacemos nosotros, nos fiamos de que el reciclaje lo hacen organismos expertos en la materia.
Según datos de Greenpeace ¿Sabías que en España solo de recicla un 25% de todo lo que separamos? y de acuerdo con el Ministerio de Ecología un 38%. En cualquier caso, es muy poco lo que se recicla.
Estuve investigando quien era la empresa encargada del reciclaje en España, la famosa Ecoembes, que hasta tiene una campaña de recogida de basura, y ¿cuál fue mi sorpresa? Que el consejo de administración lo conforman miembros de multinacionales con mucho renombre como Coca Cola, P&G, Ferrero y Carrefour.
Ya me dirás tú qué interés tienen estás personas de reciclar —ninguna—.
Y en México, desafortunadamente la situación no es muy diferente, según datos de Greenpeace, a nivel nacional solo se separa 15% de la basura; además de que el residuo plástico es el que más ha crecido en los últimos años.
Es decir, separar es un paso importante, pero no quiere decir que todo lo que hemos separado vaya a ser reciclado. Debemos exigir a las autoridades que hagan un tratamiento correcto de los residuos y a las empresas que busquen alternativas para eliminar el empaque plástico.
Me sorprende ver cómo multinacionales como Coca Cola, Nestlé, Danone siguen creando más y más empaques plásticos; está claro que a ellos solo les interesan las ganancias, como si sus directivos vivieran en Marte y no en nuestro mismo planeta, o como si se pudiera comer dinero en lugar de pescado.
Tengo muchos amigos que me dicen que están esperando que las empresas hagan lo suyo, y yo siempre les digo que no estoy dispuesta a esperar que alguien más decida por mí y por mis acciones. Hace falta replantear el consumo propio, si seguimos comprando en supermercados donde está todo empaquetado en plástico entonces qué necesidad tienen ellos de cambiar. Necesitamos tener más consciencia de lo que estamos consumiendo, si es comida, siempre llevar nuestras bolsas de tela, evitar alimentos frescos empaquetados, comprar a granel todo lo que podamos y siempre llevar nuestro tupper.
Y si no es comida, preguntarnos si realmente es necesario esto que quiero comprar, cuánto tiempo me va a durar, y qué pasará una vez que ya no lo utilice.
Haciéndote estas simples preguntas estarás reduciendo tu consumo e incluso hasta te puedes ahorrar algún dinero, yo me he dado cuenta de que a veces dejo de comprar cosas porque están en plástico.
Greenpeace lo ha dicho muchas veces: Reciclar no es la solución a la crisis de la contaminación plástica, reducir sí.