Una nueva oportunidad de mejorar

Una nueva oportunidad de mejorar

El 5 de junio es sin duda un día muy importante, sin embargo, la mayoría de la gente no suele recordar que se conmemora. Este año al llegar esta fecha y celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente, el mundo es otro; el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, la enfermedad de la que tanto hemos oído hablar ya ha infectado a más de siete millones de personas y los decesos superan los 407,000 en todo el mundo; en cuestión de semanas la vida de todos dio un giro inesperado y todos hemos tenido que adecuarnos a una nueva normalidad.
¿Cuándo volveremos a encontrarnos con aquellas personas quienes tanta falta nos hacen? ¿Cuándo un día de recreación fuera de nuestros hogares será posible? ¿Cuándo podremos volver a tener muestras de afecto sin temer que estas pudieran ser una terrible amenaza para la salud del otro, en especial para los adultos mayores? La fecha en respuesta a las preguntas anteriores no la tenemos y mientras, debemos resistir y cumplir con el deber que cada uno de nosotros tiene conforme a nuestras realidades, como parte de nuestros deberes, no solo me refiero al aislamiento o a salir a trabajar con las medidas sanitarias correspondientes en cada ocupación laboral, sino que al salir de este amargo trago debemos ser mejores personas en todos los sentidos, este tiempo también es de reflexión e introspección, la forma en que nos conducíamos antes de esta pandemia debe cambiar, a nivel personal cada quien debemos darnos cuenta lo que nos falta por mejorar y lo que debemos potenciar, pero a nivel social, sabemos desde hace mucho lo que hay que hacer; debemos educarnos, informarnos, ser analíticos y nunca dejar de querer aprender, siempre se puede mejorar y escucharnos los unos a los otros puede hacer de este mundo algo mejor, porque jamás será benéfico encerrarnos en una burbuja y negarnos a avanzar, un cambio de tal magnitud como el que necesitamos solo se logra en equipo.
Uno entre los múltiples problemas que ha traído como consecuencia el SARS-CoV-2 es el económico, lo que hace que los gobiernos de todos los países alrededor del mundo estén ansiosos por reactivar su economía, esto ha llevado a que algunos consideren flexibilizar sus normas ambientales, se están perdiendo de vista los planes de recuperación con perspectivas verdes y la disminución del uso de combustibles fósiles. Por ejemplo, en Estados Unidos se planteó dejar de sancionar a las industrias contaminantes y en Cataluña se anunció una ley de simplificación administrativa para trámites urbanísticos.
No se puede negar que este problema sanitario que enfrentamos actualmente, vendrá acompañado de una crisis global pero es importante que captemos que la solución debe ser trazada en un eje que lleve incluido salud-economía-medio ambiente, porque si dejamos de lado alguno de estos el equilibrio se pierde y lo que pudiera parecer una solución a corto plazo generará problemas de mayor magnitud en un tiempo tal vez no tan próximo, pero que tarde o temprano tendremos que enfrentar.
Es en estos aspectos donde nuestro cambio debe dar frutos, absolutamente todos nuestros actos y decisiones deben reflejar mis ideales, porque si no hay coherencia entre mis pensamiento y el como me desenvuelvo, nada va a cambiar; el día de hoy puede parecer un cambio interno que poco hará pero el día de mañana significará una familia, una comunidad o un país que guíe sus decisiones en certezas y no en supositorios, por que cuando una persona practica lo que piensa, puede inspirar a la persona que menos imagina.
 
 
Sofía Padilla
 
 
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