Cada vez más amigos cercanos se van convirtiendo en zero wasters, así que cuando nos vemos hablamos de nuevos productos que han salido al mercado, de lo complicado que es ser un zero waster puro y de las historias que nos pasan todos los días.
Hace poco mi amiga Tita, mexicana como yo, pero que vive en Madrid, me contaba que ella siempre va con su tupper a comprar la carne a un negocio que le queda cerca de casa. El señor de la carnicería siempre la atiende con amabilidad y le pone la carne en su tupper. Y aunque no es siempre el caso, a veces otros clientes la miran con cara de bicho raro o como a un criminal, como si estuviera haciendo algo malo.
Un día que ella fue a comprar carne el carnicero le dijo que su amigo del tupper también había ido ese día, pero antes que ella. Mi amiga le preguntó- ¿mi amigo del tupper? Y el señor le dijo, sí un chico que también trae su tupper como tú. Mi amiga se reía diciendo que no lo conocía pero que le daba gusto saber que había más personas concienciadas con el cuidado al medio ambiente y con la reducción de plástico. El carnicero le respondió: “pues como los dos vienen con su tupper yo pensé que eran amigos”.
Cuando me lo contó no podíamos parar de reír y pensé que ojalá más y más personas fuéramos amigos de tupper, y que esa red de amigos se extendiera como los amigos de Facebook, que cada día te salen más y no sabes ni de dónde.
Además de que muchos lugares están haciendo descuento por llevar nuestros tuppers o vasos de silicón al momento de comprar, por ejemplo a mi sobrina Daniela, afuera de la universidad, Don Pablito le hace descuento por llevar su propio vaso para su chocolate caliente.
Por eso, pongamos el ejemplo, seamos los primeros en rechazar plásticos de un solo uso llevando nuestros tuppers y así más personas se unirán.
