La lucha de las mujeres por sus derechos es un tema que en la actualidad todavía causa polémica, siendo que este movimiento no es nada reciente, y aunque algunos ya consideran a las mujeres el grupo que ha logrado más avances dentro de todos los sectores oprimidos, no pareciera haber ninguna razón para dejar de luchar, ya que todavía se viven múltiples injusticias alrededor de todo el mundo, y dentro del campo científico, específicamente de la ecología tampoco hay un panorama muy esperanzador, por lo que hoy hablaremos de una iniciativa que se está llevando a cabo en este momento para tratar de dar una solución a los problemas de género dentro de esta comunidad.
Desde ayer se celebra virtualmente el congreso internacional WISE (Women in Science Ecology) desde la web https://www.wisecology.net/, donde 24 mujeres de una decena de países e instituciones (con diversas características trans, racializadas, homosexuales, etc.), relacionadas con el mundo académico y la ecología, que están en diferentes momentos de su carrera, jubiladas o que han tenido que abandonar la carrera, alzan sus voces, refiriendo a su experiencia sobre las causas de las dificultades que encuentra el género femenino dentro de las carreras de ecología, tales como la invisibilidad, la desigualdad, la conciliación familiar o el acoso; con el objetivo de lograr establecer parámetros y acciones urgentes que ayuden a revertir estas problemáticas.
Este proyecto nació del análisis de datos alarmantes como los mostrados en “la gráfica en tijera” del CSIC, donde se percibe la creciente pérdida de mujeres a medida que se asciende en la carrera profesional, mientras que con los hombres hay un aumento para puestos fijos y de responsabilidad. Situación en la que no se observa mejoría desde 2008 y que se repite independientemente del país o institución.
Acorde a Mar Sobral, una de las organizadoras del congreso “ésta es una situación que no se debe a que las mujeres carezcan de ambición profesional, ni de originalidad científica, sino de que las medidas para acabar con esta diferencia estructural injusta son claramente ineficientes”.
Sara Varela, otra de las organizadoras declaró “es la primera vez que se celebra un congreso sobre estas temáticas, ya que existen otras experiencias centradas en el ámbito de la investigación sobre igualdad y no desde el punto de vista personal de científicas expertas en otros ámbitos y que hablan de la necesidad de igualdad”.
Ambas participaron en una entrevista dónde se les cuestionó acerca del porqué creían que había pocas mujeres en el ámbito académico de la ecología, a lo que ellas contestaron que se les excluía sistemáticamente, explicaron que la formación en mujeres dentro de su campo y su país (España) es aproximadamente de 7.1%, mientras que en hombres es del 17.7%, costándoles más del doble conseguir un postdoctorado para seguir con su carrera una vez finalizada su tesis doctoral; pusieron como ejemplo un informe sobre una convocatoria española de becas postdoctorales, donde los datos arrojaban que la tasa de éxito de las solicitudes hechas por mujeres es mucho menor que las de los hombres.
Para ellas lo que esta de fondo es el miedo a perder privilegios, ya que el género opuesto entiende erróneamente que, si las mujeres conquistan la equidad en el ámbito científico y académico, eso les quitará mérito a ellos. Por todo lo anterior, se espera que el hecho de ver a todas estas mujeres unidas por el amor a la ciencia y por las problemáticas que su género les atañe, ayude a entender que esta situación es estructural y es fundamental combatirla.
Este congreso no tendrá hombres asistentes y se cree que pudo deberse a una malinterpretación, ya que es una actividad para personas proigualdad y no solo para mujeres; sin embargo, una perspectiva más negativa se inclina por la ferviente oposición de los hombres. Sea cual fuere la razón, esto se está haciendo y sin importar quién seas, aún puedes ir a darte una vuelta para informarte y que puedas lograr empatizar con la lucha de mujeres que se han atrevido a hablar para cambiar su realidad.