Nuestro título proviene del latín: “la ignorancia no exime del cumplimiento de la ley”, y es un principio básico del derecho, pero en esta ocasión no lo utilizaremos para hablar de ninguna ley, sin embargo va completamente ligado a nuestro tema.
“Que en un momento determinado goza de destacada aceptación”. Definición textual de la expresión “de moda” expresada en el diccionario de la Real Academia Española.
Tomando en cuenta esta definición debemos reflexionar acerca de nuestra asertividad y cuando estar “de moda” en ciertos asuntos como la ropa, los accesorios, los dispositivos digitales, etcétera no es primordial para nadie, y cuando “la moda” como por ejemplo de preocupación por nuestro medio ambiente, no debería serlo.
La mayoría de la gente estamos un poco informados sobre lo qué pasa a nuestro alrededor en cuanto a materia ambiental; pero cuando escuchamos alarmas urgentes acerca del peligro que corre nuestra existencia y la de las generaciones futuras, sobre si no detenemos la contaminación y el cambio climático, cuando nos dicen que en menos de 15 años esos problemas serán irreversibles; es ahí cuándo percibimos un poco el peligro y algunos intentamos sumarnos al cambio, pero ¿qué pasa cuándo ya pasó un mes de aquellas noticias y muy pocas personas se acuerdan de esas alarmas?. Dicen bien que el tiempo lo cura todo, pero ¿es verdad? ¿el tiempo cura los problemas que nosotros estamos ocasionando?, pues no, solo hace que olvidemos la preocupación que teníamos y volvamos a ignorar las medidas que debemos tomar.
Imagen de la NASA del Pasaje del Noroeste casi libre de hielo.
Me incluyo en esto, soy de las que lee, se preocupa y después olvida. Soy una adolescente de 17 años como cualquiera, que va a la preparatoria, hace sus tareas y es egoísta, por qué no piensa en el daño al medio ambiente, ni cómo este repercutirá en todos los demás seres vivos.
El hombre produce en promedio 1 kilogramos de basura al día en países desarrollados y en países en vía de desarrollo entre 400 y 700 gramos por día.
Es sobretodo tarea de nosotros los jóvenes, tomar consciencia acerca de lo que estamos haciendo y empezar a tener cartas en el asunto, estos problemas ambientales nos repercutirán sobre todo a nosotros y a nuestras futuras familias; debemos predicar con el ejemplo tanto para nuestros mayores como para nuestros menores; si esperamos a que nuestros gobiernos implemente medidas, porque nuestro pensamiento es: “si aquel no lo hace, ¿por qué debería hacerlo yo?”; estamos destinados a lo peor, el granito de arena que cada uno pueda aportar es indispensable.
Yo estoy dispuesta a cambiar, gracias a la propuesta de mi familia, estoy aquí escribiendo y compartiendo mi experiencia; actualmente no soy Zero Waste, si acaso trato de no pedir bolsas de plástico en el supermercado y eso viene de unos dos meses para acá, pero estoy dispuesta a cambiar, a seguir las 5 r, a informarme, a promover este movimiento, porque lo vale; por el bien del planeta entero, de mi país, de mi comunidad, de mis amigos, de mi familia y por mi propio bien, por qué no sólo debe ser una moda, si no una necesidad.
Es aquí donde retomo nuestro título, el no saber lo que está pasando, el no actuar para cambiarlo; no nos eximirá de pagar las consecuencias del daño que le estamos haciendo a nuestro hogar, al planeta Tierra.
“La enfermedad del ignorante es ignorar su propia ignorancia”.
—Amos Bronson Alcott
Sofía.
1 comentario
Excelente mensaje con lo que todos nos deberíamos anexar, creo que apoyaré esta propuesta y que el ejemplo hable más que yo. Saludos