La polución digital: el tipo de contaminación de la que menos se habla
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¿Sabías al leer este artículo, tus correos, mensajes de WhatsApp, Messenger, Instagram; ver vídeos en YouTube, Tiktok o las películas de Netflix, también contaminas? ¡Ya sé, ya sé! ¡Tranquilo! No es para que te vayas, solo vengo a informarte; lo que voy a hacer de tu conocimiento el día de hoy no es por ser extremista, ni alarmista, es solo para que tengas conciencia de ello y contribuyas con lo que está en tus manos.
Aunque internet es sinónimo de desmaterialización, este se basa en una infraestructura física; por ejemplo, detrás de cada mail enviado, hay una infraestructura que requiere electricidad para almacenar y transmitir la información a través de los servidores.
Según un estudio realizado en 2018 por la empresa Occurrence, el 16% del consumo de electricidad en el mundo es generado por las tecnologías digitales. La mayor parte se debe a que los centros de datos están permanentemente encendidos, utilizan instalaciones para mantenerse refrigerados y muchas veces duplicados (por el tema de la seguridad); así el almacenamiento de datos se convierte en el equivalente de cinco plantas de energía nuclear en el mundo.
Actualmente, en base a ciertos estudios se estima que la polución digital genera el 4% de las emisiones globales de dióxido de carbono, lo que significa que esta produce 1.5 % más CO2 que el transporte aéreo.
A continuación, otros datos que podrían mostrarte la magnitud de lo que representan las tecnologías digitales:
Si Internet fuera un país sería el tercer mayor consumidor de electricidad.
Para la fabricación de una computadora se necesitan 240 kilos de combustibles fósiles, 22 kilos de productos químicos y 1.5 toneladas de agua.
Mandar un email con un archivo adjunto= dejar una bombilla prendida durante una hora.
Los email profesionales de unos 100 empleados durante 1 año= 13 idas y vueltas París-Nueva York en avión.
60% de la población mundial conectada a Internet en 2019.
20% de las CPU nunca se apagan incluyendo las noches y los fines de semana.
Ver una película en tiempo real es más contaminante que fabricar un DVD.
Streaming = 63% del tráfico en la red.
215 mil millones de correos electrónicos intercambiados en un día en el mundo (sin incluir los spams).
Ahora imagina todo esto potencializado en los últimos meses debido al enclaustramiento. ¿Realmente entendemos su significado?
Como dijimos al principio, estos números que se presentan no tienen como objetivo inquietar a nadie, sino que tengamos una perspectiva clara; por supuesto no vamos a dejar de utilizar estas tecnologías y el cambio más grande lo deben realizar las grandes empresas, utilizando mecanismos que contribuyan a la disminución de la contaminación que generan, sin embargo, aquí siempre hemos dicho que en todo gran cambio se empieza en los actos más minúsculos, actos que nosotros podemos aplicar ya.
La idea por supuesto, no es abandonar la tecnología, sino usarla de manera responsable y optimizada. ¿Qué significa esto?
Extender el uso de nuestro equipo informático: la fabricación de hardware es una de las principales causas de la contaminación digital. Usa por el tiempo que más puedas tus dispositivos electrónicos, si realmente es necesario comprar equipo informático nuevo, favorece dispositivos recuperados y restaurados.
Limita el almacenamiento en línea: el almacenamiento de documentos en la red impone viajes de ida y vuelta entre el terminal del usuario y los servidores. Esto consume el doble de energía que almacenarlo directamente en cualquier dispositivo elctrónico. Si no tienes suficiente espacio en tu ordenador, puedes invertir en un disco duro externo.
Favorecer el WiFi en lugar de la 4G : El 4G usa 23 veces más energía que una conexión WiFi.
Optimizar tus correos :
Archiva o borra tus correos electrónicos tan pronto como los recibas. Para el spam, instala un software que lo detecte y elimine automáticamente.
Al responder un correo electrónico evita la función de “responder a todos” y elimina los anexos innecesarios.
Si necesitas enviar un archivo puedes usar una memoria USB u optar por servicios como Wetransfer, que sólo guardan los datos en el servidor durante unos días antes de borrarlos.
Son los últimos días de julio y espero que lo que se ha venido haciendo con el reto “julio sin plástico” haya removido algo para transformar hábitos y generar el cambio que tanto soñamos, aunque ya sea en la recta final intenta también estos tips que acabamos de darte, recuerda que absolutamente todo cuenta.