Las grandes urbes pierden cada vez más áreas verdes y la Ciudad de México no es la excepción; de hecho recientemente un estudio de los Inventarios de Áreas Verdes Urbanas de la Ciudad de México, realizado por el CENTRUS, confirmó que entre el 2000 y 2008, el porcentaje pasó de 19.3% a 16.3%, lo que equivale a 18.7 kilómetros cuadrados, que según la Universidad Iberoamericana sería el área del Paque La Mexicana multiplicado por 5. Cabe aclarar que dentro de los criterios para determinar la pérdida de áreas verdes, también se considera el derribo de árboles en la vía pública.
Parque La Mexicana. Foto: Juan Carlos Reynoso.
El 63.1% de estos kilómetros ha sido destinado para el uso de suelo habitacional, el 17.2% para equipamento urbano, el 11.5% para espacios abiertos, el 4.6% para los planes parciales de desarrollo urbano y el 3.6% para industrias, centros comerciales y estacionamientos.
Además de esta disminución, otro problema es la ausencia de planes de manejo de áreas verdes, áreas de valor ambiental y áreas naturales protegidas, ya qué del total dentro de la ciudad, el 43% no cuenta con un programa de gestión correcto.
Las tres delegaciones que más perdieron extensiones de tierra fueron Cuajimalpa de Morelos, Coyoacán y Álvaro Obregón, sin embargo, no todas son malas noticias, alcaldías como Miguel Hidalgo, Magdalena Contreras, Benito Juárez, Cuauhtémoc e Iztacalco, aumentaron su porcentaje entre el 0.6% y el 6.9%.
Investigadores del CENTRUS, señalaron que para mejorar la situación se necesita una mejor distribución y para esto es necesario conocer su cantidad, ubicación y función o servicios que ofrecen a la ciudadanía; de igual forma, puntualizó que los beneficios de las zonas verdes mejoran la calidad de vida de los habitantes de las ciudades.
Recordemos que una de las recomendaciones de la OMS, es qué por cada habitante se disponga de 9 metros cuadrados de áreas verdes, la importancia de que se tomen estas medidas radica en que estos espacios son indispensables para mejorar la calidad del aire que respiramos, por ello que en las grandes ciudades donde la convivencia con las industrias y la gran cantidad de vehículos es inmensa, necesitamos de estos pulmones para renovar el aire, que reducen las emisiones del gas invernadero, infiriendo en el efecto tan nocivo a la salud de las personas y de todos los seres vivos, habitando en la zona.