México y Estados Unidos, un nuevo panorama para la emergencia climática
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Hace ya algunas semanas se dio a conocer que nuestro país vecino del norte tendrá este próximo 2021 un nuevo dirigente, Joe Biden. Por supuesto su nombramiento ha sido un tanto polémico, así en los Estados Unidos como en nuestro país y debido a la actual situación que vivimos existen múltiples interrogantes para este próximo capítulo en la historia de este país y lo que eso traerá consigo al orden mundial.
Foto: https://latinus.us/
Sus propuestas son diversas, sin embargo, no es novedad que aquí nos centramos en la materia de ecología; Biden ha prometido enfrentar la emergencia climática y liderar a través del ejemplo, marcando como meta que Estados Unidos logre una economía de energía limpia al 100% y emisiones netas cero a más tardar en el año 2050, comprometiéndose a:
Realizar una inversión histórica en energía limpia, investigación, innovación climática e infraestructura para reconstruir EUA.
Garantizar que edificios, agua, transporte e infraestructura energética puedan soportar los impactos del cambio climático.
Incentivar el uso rápido de innovaciones de energía limpia en toda la economía, especialmente en las comunidades más afectadas por el cambio climático.
Utilizar cada dólar que se gaste para reconstruir carreteras, puentes, edificios, la red eléctrica e infraestructura de agua para prevenir, reducir y resistir un clima cambiante.
Comprometer nuevamente a los Estados Unidos con el Acuerdo de París.
Esforzarse por lograr que cada potencia aumente la ambición de sus objetivos climáticos nacionales.
Enfrentar el abuso de poder de los contaminadores que dañan de manera desproporcionada a las comunidades vulnerables.
Expertos en política aseguran que volteará a México y pedirá al gobierno mexicanos que se retome la temática del medio ambiente, impulsando a revisar las políticas energéticas que ha adoptado nuestro gobierno e invitando a un ajuste para continuar la marcha del programa de inversiones en energías limpias; porque recordemos que en lo que se lleva de este sexenio, las políticas impulsadas por la Secretaría de Energía incluyen propuestas que favorecen el combustóleo y el carbón, procesos más contaminantes que sistemas de energía renovable como la solar o eólica, que ya poseemos y están en desarrollo; además de promover la suspensión de las subastas eléctricas a largo plazo o lo más reciente, el veto a la publicación en el Diario Oficial de la Federación de acuerdos ya aprobados por la Comisión Reguladora de Energía.
Foto: Energía sucia en México/ Greenpeace México.
Por otro lado, es importante mencionar que los precios de la electricidad generada por fuentes limpias en México se encuentran en segundo lugar, detrás de los de Arabia Saudita, por ejemplo, la energía eólica bajó hasta 70% sus costos. Acorde a la Asociación Mexicana de Energía Solar, la energía del mismo tipo ha crecido en gran magnitud, gracias a que 85% del territorio mexicano goza de una irradiación óptima para generar energía a partir de paneles solares; lo que significa que atraer inversionistas no es un mal plan para ninguna de las partes.
Por supuesto no se trata de que vengan a sugerirnos pero nuestros políticos deben empezar a sumar temas de verdadera prioridad dentro de sus agendas, así entablar una relación de cercanía con el nuevo gobierno de EUA sería fundamental para retomar el diálogo sobre temas referentes al cambio climático y facilitar aquellas inversiones que beneficien a ambos países.
